Distracción
Otra tarde más ahogándome en el mundo de la televisión, a mi par se encuentra el control y mis brazos cuelgan de la cama del segundo piso de la litera de mi cuarto, mi hermano acompaña mi adicción como todos los días, mi padre desperdicia su tiempo libre en su computadora ignorando mi vida, la de todos. Dirijo mi vista a la televisión y me encuentro con esos malditos comerciales tan repetitivos y llamativos, pero tan aburridos a la vez, intento cambiar la televisión de canal y me encuentro con más comerciales, con más publicidad, a veces me pregunto si programan esto para aburrirme y obligarme a ver comerciales, todo es tan monótono, tan simple, suspiro y sin remedio observo los cortes.
Veo las imágenes de algunas compañías,
slogans, frases, recomendaciones, promociones, me las sé de memoria todas y
cada una de las palabras, pero hoy un corte comercial tiene algo diferente,
este día traigo algo de hambre y no puedo evitar querer comerme la hamburguesa que
acababa de ver, mi panza ruge, bajo de mi cama y registro mi dinero, salgo de
la casa en camino por mi poco saludable y apetitosa hamburguesa.
Y así vivimos diariamente
corrompidos y aclamados por los medios, nos hacen dependientes, nos comen por
dentro poco a poco, nos llevan a sus fines de dinero, donde todo es comprar y
comprar, consumismo es la palabra del día, del siglo entero.
